Aprendizajes de la convención en Japón

De todos los viajes que hemos tenido estos últimos años, entre convenciones y seminarios en distintos países del mundo, el lugar que más llamó nuestra atención y nos cambió la forma de ver muchas cosas en nuestra vida, fue Tokio en Japón, cuando asistimos a la Convención VUMI 2023.

La cultura japonesa en la vida y los seguros

¡Tenemos tanto que aprender de los japoneses! Por eso en este pequeño pero sustancioso blog, decidimos compartirles algunas de las enseñanzas que nos trajimos de ese viaje y que las hemos venido aplicando en nuestra cotidianidad.

El valor del silencio

Entre las cosas que más nos impresionó de una ciudad con tanto movimiento y con gente por todas partes, fue el respeto por los espacios de silencio. Resulta increíble como el silencio puede ser una herramienta tan efectiva para la productividad. No solo porque estimula la creatividad, sino también la comunicación, la escucha activa, la concentración y la conexión con nosotros mismos. 

El silencio, sin duda, es parte de una cultura que respira bienestar y en la que el respeto por el otro es primordial. No es casualidad que la cordialidad y la inteligencia emocional sean características muy bien desarrolladas por los japoneses y que con ello nos demuestren lo importante que es el silencio para nosotros y para quienes nos rodean. 

El valor del orden

Los japoneses dicen que el orden te hace tener una vida feliz. Desde que llegas a un lugar te insisten en que mantener el orden te ayudará a sentirte más contento. Ellos lo aplican en todo sentido de su vida: en el transporte, en la cultura, en sus hogares, en la forma en que comen y a todo le aplican una metodología que, sin ser extremistas, los hace tener una vida más serena, más en paz y más tranquila. 

Nos dimos cuenta que la velocidad en la que intentamos llevar nuestras vidas nos hace olvidarnos del orden en los espacios personales y de trabajo ¡Y qué importante es para nuestra claridad mental!

Desde tomarnos el tiempo para gestionar nuestra agenda de manera equilibrada, hasta mantener nuestros escritorios y herramientas de trabajo libres de papeles acumulados con información que no necesitamos, documentos que solo nos generan ruido, sino más bien generar un ambiente agradable en el que nos sintamos a gusto. 

El valor de estar presente

Otra de las cosas que nos enseñó el silencio fue la capacidad que hemos ido perdiendo de estar presentes, de prestar total atención a lo que hacemos sin estar en dos tareas a la vez o con el celular en la mano mientras conversamos con alguien de manera presencial, intentando hacer todo en el menor tiempo posible. ¿Cuántos momentos de presencia plena te regalas en tu día a día? 

El valor de la amabilidad

De los japoneses pudimos aprender que la amabilidad no se trata solamente de tratar al otro con educación, sino también tener la disposición de ayudar tanto como pueda a quien me lo pide. Ser amable implica mostrar consideración, respeto y empatía hacia los demás y no hay nada que genere un ambiente más positivo en cualquier contexto. 

Nos dimos cuenta que la amabilidad es un factor imprescindible para alcanzar el éxito. La amabilidad fomenta la creación de equipos sólidos, donde se promueve el apoyo mutuo, la resolución de conflictos de manera constructiva y la generación de ideas innovadoras. ¿Lo habías visto de esa manera? Nosotros tampoco. 

La capacidad de asombro

En general los viajes nos ayudan a ampliar nuestra capacidad de asombro. Cuando tenemos la oportunidad de conocer otras culturas, visitar lugares desconocidos y compartir con gente que actúa tan diferente a nosotros, es una manera maravillosa de activar la creatividad y expandir nuestra mirada hacia el futuro. 

¿Con cuál de estos aprendizajes te identificas más? Si quieres vivir experiencias similares, conocer nuevas fronteras impulsando tus potencialidades y alcanzando nuevas metas financieras, contáctanos y podrás emprender como agente internacional de seguros.